Os presentamos a Emily de California y Sara de Guadalajara, con Camino (así se le llamaba en un principio), un perro abandonado en la Ruta Jacobea.
Emily comenzó el rescate y Sara finalmente lo adoptó. Ellas no miraron para otro lado y se responsabilizaron hasta el final.
“Camino” es el nombre que se le suele poner a l@s perr@s que encuentran y adoptan l@s peregrin@s. Ello nos recuerda a los Expósitos, l@s niñ@s abandonad@s o entregad@s en las instituciones de acogida, denominación que acabó convirtiéndose en apellido.
L@s peregrin@s han pasado de ser un problema importante (el arrastre de los perros/as) a ser parte de la solución.
Como apuntábamos en algún otro post, este año estamos recibiendo más noticias positivas de ell@s que negativas. Se están convirtiendo en nuestr@s aliad@s, como ya empezamos a vislumbrar con la campaña del 2016-2017, cuando alcanzamos la cifra de más de 88.000 firmas por un Refugio ético en el Camino de Santiago, la mayoría de las cuales provenía de la Comunidad de peregrin@s.
En la primavera del 2017 llegó el primer “Camino” y a día de hoy ya son 16 l@s perr@s que lo@s peregrin@s, con nuestro apoyo, rescatan y después adoptan.
Y son muchos más los casos en los que ayudan a la reubicación de animales perdidos, ya que al estar en la ruta son los primeros que los ven cuando nos llega un aviso y lo publicamos. También hacen de reporter@s voluntari@s en defensa de la decencia y la dignidad, dándonos cuenta de casos de maltrato a lo largo del Camino.
Por eso nuestro reconocimiento y gratitud a la Comunidad de peregrin@s. Vuestra presencia es indispensable para acabar con la lacra del abandono y el maltrato de los animales en el Camino de Santiago y con ello logar un Camino mejor para tod@s que haga justicia a los valores que la Ruta Jacobea proclama, de solidaridad, espiritualidad y compasión.
Bienvenid@s……¡¡¡Ultreia et Suseia!!!
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